...el tipo que te invita a cenar y se comporta como un príncipe, incluido los postres, pero que al final de la noche "perfecta" cuando solo falta que te deje en la puerta de tu casa con un beso en la mejilla y un "nos ¿vemos el viernes?" prefiere parar a medio camino (en lo oscurito) para puro intentar echarte mano como si se hubiera ganado el derecho. Conclusión: estuvo haciendo un esfuerzo sobrehumano para parecer un caballero y, bueno, ¡ya no pudo sostenerlo!